La Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF) advirtió que la suspensión temporal de las importaciones de ganado mexicano por parte de Estados Unidos, debido al gusano barrenador, podría reducir la disponibilidad de carne de res, impactando tanto el mercado interno como las exportaciones. Sin embargo, señaló que esta situación también podría beneficiar a productores y comercializadores de otras proteínas, como carne de cerdo y pollo, ante la posible escasez de carne de res.
La ANETIF solicitó una reunión con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para obtener información detallada sobre la situación del gusano barrenador y colaborar en las estrategias de control. Además, la asociación convocará una reunión urgente con sus integrantes para analizar el problema y proponer acciones conjuntas con Senasica, al tiempo que intensificará el apoyo a sus más de 20 socios productores y comercializadores de carne de res.
Alonso Fernández Flores, presidente de la ANETIF, destacó que se han implementado medidas preventivas, como el refuerzo de la bioseguridad en ranchos y establecimientos, la creación de protocolos de inspección continua y la participación en campañas de monitoreo y control lideradas por las autoridades.
El pasado 24 de noviembre, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) confirmó un caso de gusano barrenador en Catazajá, Chiapas, en un cargamento proveniente del extranjero. Ante esto, se activaron medidas de contención y erradicación para evitar su propagación.
Como medida precautoria, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) suspendió temporalmente la importación de animales vivos desde o en tránsito por México. Esta decisión afecta directamente al principal mercado de exportación de carne mexicana: en 2023, México exportó 258,940 toneladas de carne de res a Estados Unidos, generando ingresos por 1,850 millones de dólares.
La Sader explicó que el gusano barrenador, causado por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, se alimenta del tejido vivo del ganado, dañando su salud. Desde 1991, México ha mantenido su estatus como país libre de esta plaga gracias a las acciones del Senasica.