En la madrugada del jueves, una alerta urgente resonó a través de las ondas de radio: un gigantesco buque de carga había perdido su capacidad de dirección debido a una falla eléctrica y se encontraba a la deriva, dirigido directamente hacia el puente Francis Scott Key.
En los siguientes minutos, agentes de la policía cercanos actuaron rápidamente para detener el tráfico vehicular en ambas direcciones del puente de Baltimore. Uno de ellos bloqueó los carriles y se preparó para avanzar hacia el puente para alertar a un equipo de construcción una vez que llegara más refuerzo.
El peligro inminente se materializó cuando el portacontenedores Everest chocó contra un pilar de soporte del puente alrededor de la 1:30 a.m. del jueves, causando que una sección del puente, un eslabón vital en la red de transporte regional, colapsara en el río Patapsco. Se estima que al menos ocho personas cayeron al agua. Aunque dos fueron rescatadas, las otras seis, parte de un equipo de construcción que realizaba reparaciones en el puente, fueron reportadas como desaparecidas y se temía por sus vidas.
La búsqueda de los desaparecidos continúa, según informó Elena Russo, portavoz de la Policía Estatal de Maryland. Entre los desaparecidos se encuentran ciudadanos de Guatemala, Honduras y México, según confirmaron las embajadas de esos países.
La Guardia Costera de Estados Unidos ya ha inspeccionado el buque, descargando el registrador de datos del viaje y enviándolo a la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), que está investigando las causas del accidente. Un informe preliminar podría estar disponible en las próximas semanas, según declaró la presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy.
El tráfico de barcos que navegan hacia y desde el puerto de Baltimore ha sido interrumpido indefinidamente. El Capitán Michael Burns Jr., del Centro Marítimo para la Energía Responsable, describió la maniobra de dirigir un barco dentro de aguas restringidas como uno de los desafíos técnicos más grandes y demandantes. La pérdida de propulsión en tales condiciones, agregó, deja al barco a merced del viento y la corriente.
Imágenes captadas durante el accidente mostraron al barco aproximándose al puente de 2,6 kilómetros de largo. Afortunadamente, parte del tráfico logró evitar el choque en los escasos segundos antes del impacto.
El colapso repentino del puente dejó a muchos perplejos y horrorizados. Un representante de la empresa empleadora de los trabajadores atrapados, Constructora Rápida, expresó su profunda preocupación por el bienestar de su personal.
A medida que se desarrolla la investigación sobre este incidente, las autoridades instan a la precaución y la vigilancia en la navegación, recordando la importancia de mantener la seguridad en todas las operaciones marítimas y de construcción.