El jueves, China dio a conocer una serie de medidas destinadas a impulsar su comercio internacional, en medio de un panorama de crecimiento económico moderado y posibles tensiones comerciales renovadas con Estados Unidos.
Según el Ministerio de Comercio, estas nueve iniciativas están diseñadas para «fomentar un crecimiento sostenible del comercio exterior y fortalecer el impulso positivo de la economía».
Las iniciativas, que involucran a todos los niveles del gobierno, incluyen la ampliación del seguro de crédito a la exportación, un mayor respaldo financiero a empresas internacionales y la simplificación de los pagos comerciales transfronterizos.
Además, se busca promover el comercio electrónico global, estimular las exportaciones de productos agrícolas y facilitar la importación de «equipos esenciales» y «recursos energéticos».
El Ministerio también busca fomentar la innovación en el «comercio verde», facilitar los intercambios internacionales de personal y mejorar las garantías en transporte marítimo y empleo para empresas extranjeras.
La economía china sigue enfrentando desafíos para recuperarse tras la pandemia de COVID-19, incluyendo una crisis en el sector inmobiliario, disminución del consumo y alta tasa de desempleo juvenil.
La situación se complica con la reciente elección de Donald Trump, cuyo primer mandato estuvo caracterizado por una guerra comercial con China y la implementación de barreras arancelarias a diversos productos chinos. Hasta el momento, Pekín ha evitado comentar sobre la posibilidad de un nuevo conflicto comercial con Washington.